giovedì 12 novembre 2015

Piccoli giorni di grandi cittá..Pequeños dias de grandes ciudades

Tenemos poco tiempo y quisiéramos, darnos un salto fuera de la ciudad,  ahí están las ciudades bellas y unidas por no solo aviones sino como en tiempos antiguos por la ferrovia, hay varias a las que se pueden llegar con una de los trenes ultra veloces llamados  Flechas de Trenitalia.
Por ejemplo mi esposo decidio pasar un domingo romantico y diferente en la perla de Italia, Venezia, unica y señoril, ya sabiamos por una pareja de amigos que es posible hacerlo utiizando los trenes ultraveloces que unen Milano con las otras ciudades grandes de la Republica italiana.




Salimos a las 7 de la mañana y el dia de noviembre fue tan soleado y calido que parecia que estabamos en el mes de septiembre, nos dimos un clasico paseo visitando el Mercado del Rialto, primero dimos vueltas atravesando e Punte de los Descalzos, hasta llegar al Mercado del Rialto, en tanto vimos la Basilica dei Frari y regresamos hacia el Campo de la Pescaria, donde vimos el mercado de fruta verduras y peces que es alegre, cantaban y se divertian, hay alli una Trattoria que nos prometimos visitar en algun otro viajecito, pues era temprano y queríamos llegar a San Marco, así pues , pasamos el Rialto y cerca de la Iglesia de San Bartolomeo nos detuvimos en una verdadera bodega veneciana a ver confeccionar mascaras, ya que por desgracia actualmente en Venecia hay mucho de producción en serie Made in China, pues era temprano y queríamos llegar a San Marcos, asi pues pasamos el Rialto y cerca de la Iglesia de San Bartolomeo nos detuvimos en una verdadera bodega veneciana a ver confeccionar mascaras y trabajar cristales, ya que por desgracia actualmente en Venecia hay mucho de producción en serie Made in China, así que cuando se encuentra un artesano hay que detenerse a mirar un arte que si no se cuida puede desaparecer absorbida por los moldes en series, las mascaras se hacen de cuero, telas, o papel marche y telas, el Carnaval de Venecia es único por la belleza de sus mascaras y la elegancia de los trajes, ademas de el romanticismo que en Febrero brinda el paseo de las góndolas.


San Marco menos cargada de turistas pues noviembre no es mes de invasiones, nos recibió con la cara solemne de Bartolomeo Colleoni , y sus miles de gaviotas y palomas, que ensucian, jaja, soy testigo.
En el área de Castello almorzamos en una Trattoria pequeña propio en el angulo del puente y el Canal que tenia gondoleros y personas locales pues se hablaba en puro venezian, y la cocina era excelente, así como el vino blanco de la casa que no tenia nada que criticar si lo comparaban a otros de nombre y etiqueta.


De regreso dimos un paseo en góndola, ojo cuesta 80 euros 35 minutos, solo que hicimos lo que los italianos han convertido en un arte, contratar y nos acercamos a el punto de regreso para terminar visitando Santa Maria de los Milagros y nos sentamos a ver perderse la tarde justo a dos pasos de la Estación de Venecia Santa Lucia,  entre el rumor del vaporeto y el via vai de los taxis lanchas, hasta que cayera la noche, porque Venecia tiene un encanto superior cuando cambia y se encienden las luces