
La costa de la Provenza francesa la descubrimos gracias a unos amigos de Mauricio que nos ofrecieron hacernos un alquiler compartido y nos hicieron descubrir cosas muy interesantes, la primera de ella es que la playa es libre en Francia, con extrema maravilla el italiano llega, con la boca abierta y su estera de coger sol , mira a todas partes y va caminando despacito hasta la sombrilla solitaria o coloniza el pedacito de arena que estará dispuesto a defender con uñas y dientes, mira sospechoso los 4 jovenes salvavidas esperando que estos le digan Monsieur adieux...pero no sucede nada, los muchachones estan entretenidos en jugar beachvolley con unas señoras que pueden ser sus abuelitas, pero que llevan parientes en el cuerpo tan juveniles como Chanel, PathePhillip, Beaucheron , y estan tan estiradas que, cuando saltan a coger la pelota sientes la piel que les cruje como pergamino de la biblioteca que Humberto Eco describiera en El nombre de la Rosa.
Asi que llenos de la emocion de haberte tomado un bellisimo Jugo de naranja en Montecarlo , unas ostras frescas en Saint Tropez, un buen Irish cofee en Saint Raphael, y haberte paseado por las playas caribeñas de Pampelone, Hyeres y Porquerolles, te encuentras definitivamente con que eres dueño de un flamante apartamento que cuesta menos que el box de casita a Milano, si bien tiene las tasas altas pero hay aire puro, mar de espuma, comida excelente, y un ambiente tan agradable y hasta colirios rivereños de cualquier sexo , esa es la tierra de los gigolos alli ellos pastan todo el año como ganado de raza :)

La ciudad de Frejus es un pedazo de historia, aqui tienen las ruinas del acueducto romano, quien sabe si Obelix y Asterix lo rompieron luego de drase un buchesito de la magica posion que puede haber sido confeccionada con Pastis y perfumada con las hierbas provenzales que hacen que un pedazo de carne tirado en el horno y bien envuelto en ellas se vuelva una obra de arte culinario al final.
Los costeros, es decir las personas que visitan la parte francesa del Mediterráneo son personas alegres, cosmopolitas y sobre todo desprejuiciadas, conversan entre ellos en mil lenguas o mejor en mil medias lenguas, pues tratan de hablar no la madre lengua propia , sino la del vecino y asi te encuentras tratando de desempolvar el griego que una vez empezaste a estudiar y maldiciendo no haber seguido mas atentamente las explicaciones que te daba el abuelo en su dialecto Lyones a fin de entender a este habitante de Vignon sur Verdon, montañes y estupendo anfitrion que habla un frances estrecho como los cañones profundos y escarpados del verdoso serpiente que es el bello rio Verdon.
Hay tantas cosas para sugerir que les dejo solo algunos links a lugares en que hemos estado en estos 5 años de Costeros vacacionales.
http://www.atollhotel.fr/
http://www.leslalandins.fr/
http://www.roches-blanches-cassis.com/
http://www.hotel-negresco-nice.com/
http://www.thalassa.com/fr/
Così pieno dell'emozione di aver bevuto una bella spremuta d'arancia a Monte Carlo, delle ostriche fresche a Saint Tropez, un buon Irish coffee a Saint Raphael, e di aver camminato lungo le spiagge caraibiche di Pampelone, LA Basse Nature ventilate e Porquerolles, ti ritrovi finalmente proprietario di un appartamento nuovo di zecca che costa meno della scatola di una casetta a Milano, anche se ha il problema che il tuo francese creolo è montagnoso qui sulla costa e crei delle belle confusioni in cui parli persino russo con un'aristocratica Madame Marie ex hostess di Air France figlia di una contessa russa, ma c'è aria pura, mare schiumoso, cibo eccellente, e un'atmosfera così piacevole e persino colliri in riva al fiume di entrambi i sessi, quella è la terra dei gigolò, lì pascolano tutto l'anno come bellissime modelle :), ma sul pezzo di costa del Var vicino a Cannes e Saint Tropez che consiglio sempre ai miei amici italiani, sono super inclusivi, hanno un modo gioioso di perdere giocando a bocce con "Madame le Cuban", e loro sono molto professionali, e anche le serate con musica jazz, blues e allegre melodie di fisarmonica, e le panchine piene di profumi, lavanda, vestiti o ceramiche fatte a mano dove ti godi il piacere di passeggiare con una crêpe in mano e sentire il mare della spiaggia che costeggia tutto il viale. Sono un fan di Frejus Saint Raphael...giusto?